Santa Teresa de Ávila | Biografía, hechos y obras

Santa Teresa de Ávila, también llamada Santa Teresa de Jesús, nombre original Teresa de Cepeda y Ahumada, (nacida el 28 de marzo de 1515, Ávila, España-muerta el 4 de octubre de 1582, Alba de Tormes; canonizada en 1622; fiesta el 15 de octubre), monja española, una de las grandes místicas y religiosas de la Iglesia Católica Romana, y autora de clásicos espirituales.
Ella fue la creadora de la Reforma Carmelita, que restauró y enfatizó la austeridad y el carácter contemplativo de la vida carmelita primitiva. Santa Teresa fue elevada a doctora de la iglesia en 1970 por el Papa Pablo VI, la primera mujer en ser honrada así.

¿Quién es Santa Teresa de Ávila?

Santa Teresa de Ávila fue una monja carmelita española que vivió en el siglo XVI. Fue mística y autora de escritos espirituales y poemas. Fundó numerosos conventos en toda España y fue la creadora de la Reforma Carmelita que devolvió a la Orden una vida contemplativa y austera.

¿Por qué es famosa Santa Teresa de Ávila?

Santa Teresa de Ávila fue la primera de sólo cuatro mujeres que fueron nombradas doctoras de la iglesia. Su doctrina ascética y sus reformas carmelitas dieron forma a la vida contemplativa católica romana, y sus escritos sobre el viaje del alma cristiana hacia Dios son considerados obras maestras.

¿Cómo murió Santa Teresa de Ávila?

Santa Teresa de Ávila sufrió mala salud durante muchos años de su vida. A pesar de su fragilidad, realizó numerosos y agotadores viajes para establecer y reformar conventos en toda España. A los 67 años de edad, a la edad de 67 años, fue víctima de un accidente mortal en el camino a Ávila desde Burgos.
Su madre murió en 1529 y, a pesar de la oposición de su padre, Teresa entró, probablemente en 1535, en el Convento Carmelita de la Encarnación de Ávila. En dos años su salud colapsó, y fue inválida durante tres años, durante los cuales desarrolló un amor por la oración mental. Sin embargo, después de su recuperación, dejó de rezar. Continuó durante 15 años en un estado dividido entre un espíritu mundano y uno divino, hasta que, en 1555, experimentó un despertar religioso.

Nuestra vocación de reparación

En 1558 Teresa comenzó a considerar la restauración de la vida carmelita a su original observancia de la austeridad, que se había relajado en los siglos XIV y XV. Su reforma requería un retiro total para que las monjas pudieran meditar sobre la ley divina y, a través de una vida de oración y penitencia, ejercitar lo que ella llamó "nuestra vocación de reparación" por los pecados de la humanidad.
En 1562, con la autorización del Papa Pío IV, abrió el primer convento (San José) de la Reforma Carmelita. Una tormenta de hostilidad vino de personajes municipales y religiosos, especialmente porque el convento existía sin dotación, pero ella insistía firmemente en la pobreza y la subsistencia sólo a través de limosnas públicas.

Juan Bautista Rossi

Juan Bautista Rossi, prior general carmelita de Roma, fue a Ávila en 1567 y aprobó la reforma, ordenando a Teresa que fundara más conventos y estableciera monasterios. En el mismo año, mientras estaba en Medina del Campo, España, conoció a un joven sacerdote carmelita, Juan de Yepes (más tarde San Juan de la Cruz, el poeta y místico), quien se dio cuenta de que podía iniciar la Reforma Carmelita para hombres. Un año después Juan abrió el primer monasterio de la Regla Primitiva en Duruelo, España.

Carmelitas Descalzos

A pesar de su frágil salud y grandes dificultades, Teresa pasó el resto de su vida estableciendo y nutriendo 16 conventos más por toda España. En 1575, mientras se encontraba en el convento de Sevilla, estalló una disputa jurisdiccional entre los frailes de la restaurada Regla Primitiva, conocidos como los Carmelitas Descalzos (o "Insólitos"), y los observadores de la Regla Mitigada, los Carmelitas Calcificados (o "Shod").
Aunque había previsto el problema y se había esforzado por evitarlo, sus intentos fracasaron. El general carmelita, a quien había sido tergiversada, le ordenó que se retirara a un convento en Castilla y que dejara de fundar conventos adicionales; Juan fue encarcelado en Toledo en 1577.

Rey Felipe II de España

En 1579, en gran parte gracias a los esfuerzos del rey Felipe II de España, que conocía y admiraba a Teresa, se llegó a una solución por la que las Carmelitas de la Regla Primitiva recibieron jurisdicción independiente, confirmada en 1580 por un mandato del Papa Gregorio XIII. Teresa, quebrada de salud, fue entonces dirigida a reanudar la reforma. En viajes que cubrían cientos de kilómetros, realizó misiones agotadoras y se vio fatalmente afectada en su camino a Ávila desde Burgos.
La doctrina ascética de Teresa ha sido aceptada como la exposición clásica de la vida contemplativa, y sus escritos espirituales se encuentran entre los más leídos. Su Vida de la Madre Teresa de Jesús (1611) es autobiográfica; el Libro de los Fundamentos (1610) describe el establecimiento de sus conventos. Sus escritos sobre el progreso del alma cristiana hacia Dios son obras maestras reconocidas: El camino de la perfección (1583), El castillo interior (1588), Relaciones espirituales, Exclamaciones del alma a Dios (1588) y Conceptos sobre el amor de Dios. De sus poemas, 31 existen; de sus cartas, 458.

No hay comentarios:

Publicar un comentario